La asesoría se concentró en optimizar el confort interior del edificio, implementando plenums de ventilación cruzada entre las fachadas exteriores y los vacíos localizados contra la culata; se calcularon los aleros necesarios para mitigar la radiación solar directa en las oficinas y evitar un disconfort visual sobre los puestos de trabajo. La coordinación de estas estrategias con el diseño arquitectónico dio como resultado un nuevo diseño de fachada que definió de manera articulada la proporción del lleno versus los elementos traslucidos y la modulación de la ventanería. También se otorgó gran importancia a la especificación técnica del vidrio, para optimizar los temas bioclimáticos y garantizar un confort acústico al interior del edificio.