Este proyecto fue asesorado en su fase final de diseño, por lo que la consultoría se enfoco principalmente en tres aspectos que preocupaban al cliente: el primero la ventilación de las oficinas y los locales del primer piso, el segundo la ventilación de los baños y el tercero el desarrollo y la optimización del atrio central, buscando que no solo actuara como un elemento de extracción de aire caliente y viciado, sino también para evitar el efecto invernadero que se podría llegar a generar al interior de la edificación. Para esto se realizaron los cálculos de ventilación según la normativa Ashrae, se ajustaron las especificaciones técnicas de los elementos traslucidos y se coordinaron los detalles técnicos con arquitectura por medio de detalles planimétricos. Se implementaron distintas estrategias de ventilación cruzada o mono expuesta para cada espacio del edificio, estrategias que fueron coordinadas con la modulación de ventanería y con la posibilidad que tiene cada espacio para escoger el sistema de ventilación que más convenga (mecánico o natural), dependiendo si es un consultorio médico o una oficina administrativa.